La Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (Eiaf) del Campus de Ponferrada y la empresa Bosques y Ríos lanzan unos nuevos premios para impulsar las investigaciones en materia de populicultura, el cultivo del chopo. Los galardones reconocerán al mejor trabajo final de grado (TFG) y al mejor trabajo final de máster (TFM) cuyo contenido se oriente a la gestión y cuidado de una de las fuentes de materia prima renovable más importantes de la provincia, según destacó la subdirectora de la Eiaf, Flor Álvarez.

En ese sentido, los premios buscan colaborar con la cadena de valor del chopo e impulsar la transferencia de conocimiento al sector. Abiertos a la participación de alumnos de cualquier universidad española, los galardones están dotados con 500 euros en el caso de los TFG y con 1.000 euros para el mejor TFM. Además, los ganadores deberán dar a conocer el contenido de sus trabajos en un acto público de divulgación.

En su primera edición, los premios reconocerán a los mejores trabajos presentados a lo largo del curso pasado, que requieren de una calificación mínima de ocho puntos para optar a los galardones. El plazo de presentación de los proyectos se abre el 15 de noviembre y permanecerá abierto hasta el 1 de diciembre. La entrega de premios tendrá lugar durante el acto académico de graduación de los alumnos de la Eiaf.

De este modo, los galardones nacen con el objetivo de “atraer talento” a un sector que es capaz de “generar economía rural y crear riqueza y empleo en los pueblos”, destacó el director general de Bosques y Ríos, Joaquín Garnica. Castilla y León cuenta con unas 44.000 hectáreas de choperas en producción, de las cuales la mitad se concentran en la provincia leonesa.

Estos datos convierten a la Comunidad en uno de los líderes europeos en la fabricación de tablero contrachapado, un material “de altísimo valor añadido”, destacó Garnica, que valoró las “oportunidades de desarrollo” que ofrece este cultivo en ámbitos como los compuestos alternativos al algodón.

Investigaciones punteras

La colaboración entre la empresa y la universidad ya ha dado como fruto la creación de la aplicación Chopo 4D, que permite estimar el volumen de madera de una plantación. La resistencia al cambio climático y a las plagas y patologías son las puntas de lanza de la investigación actual, que trata de encontrar los clones más resistentes con la ayuda de una red de sensores ecofisiológicos ligado a imágenes de satélite.

Estos estudios también se orientan a la búsqueda de métodos de control biológico para las distintas enfermedades propias del árbol y al desarrollo de una aplicación que utilice técnicas de inteligencia artificial y de deep learning para hacer un diagnóstico aproximado de la salud del ejemplar en base a una serie de fotografías.

Plantaciones de ribera

Por otro lado, Garnica reconoció que el sector productor se encuentra en un compás de espera, a la expectativa de un Real Decreto que modifique el Dominio Público Hidraúlico y vuelva a autorizar las plantaciones de chopos en zonas de ribera de la cuenca hidrográfica del Duero. “El problema ya se había dado por resuelto”, lamentó el empresario, que criticó una medida que provoca que muchos pueblos pierdan su principal fuente de ingresos.

En lo que respecta a la cuenca del Sil, dependiente de otra Confederación Hidrográfica, Garnica señaló que este problema no existe, aunque apuntó que el minifundio que impera en la comarca berciana impide la proliferación de plantaciones de mayor tamaño. En ese sentido, instó a la unión de propietarios forestales para abaratar la gestión y facilitar la comercialización de una madera que actualmente puede alcanzar hasta los 170 euros por metro cúbico.

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